En la Red Educativa Fasta la educación no se limita a la transmisión de conocimientos: busca formar personas que aporten a la sociedad a través del servicio y la solidaridad. Cada nivel impulsa la educación en virtudes como un camino de vida que fortalece la justicia, la generosidad y el compromiso con los demás.
El mes de septiembre, con las celebraciones de la Iglesia, nos invita a mirar figuras que iluminan nuestra vida cristiana. La Madre Teresa de Calcuta, el Cura Brochero y San Vicente de Paúl nos recuerdan que el verdadero valor de la existencia humana se encuentra en la capacidad de entregarse al otro con compasión, caridad y consuelo.
“Vale quien sirve”, decía nuestro fundador. En la Red Educativa Fasta esta consigna resuena con la fuerza de una tradición viva. La formación en las virtudes cardinales atraviesa toda nuestra propuesta, no como un concepto teórico, sino como una experiencia concreta que moldea integralmente a la persona.
La educación en virtudes, pilar fundamental del proyecto educativo de Fasta, nos enseña que el crecimiento personal no puede ser un camino solitario, sino un itinerario que se nutre del encuentro y de la responsabilidad con el prójimo. Por eso, dentro del ejercicio de las virtudes, ponemos el acento en la solidaridad y en el aporte a la comunidad para ver y procurar el bien del otro.
En cada obra educativa de Fasta buscamos generar los espacios y herramientas para que los alumnos desarrollen la capacidad de salir de sí mismos. Proyectos de servicio, voluntariado y acciones solidarias, les permiten reconocerse como parte de una comunidad más grande y responder activamente a sus necesidades.
Este proceso de formación no termina en la escuela; se proyecta hacia la trascendencia. Educar en virtudes abre a cada persona a la búsqueda de lo más alto, al reconocerse inacabada y en crecimiento, llamada a la plenitud. Comprendemos entonces que la entrega al bien común perfecciona y nos acerca a la verdad.
Desde los niños que aprenden a compartir un juego, hasta los adolescentes y jóvenes universitarios que participan en misiones o proyectos sociales, el sello de la educación de Fasta se manifiesta en la acción concreta: en la cultura del cuidado, en la atención de los demás, y en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
La caridad no es un adorno, sino el cimiento de una vida plena. En Fasta estamos convencidos de que educar es preparar para una vida de servicio, donde el amor al prójimo sea la brújula que oriente cada decisión.
Compromiso que Transforma: al Servicio de la Comunidad
El valor de servir se hace vida en las iniciativas de nuestros colegios y de la universidad. Algunos ejemplos de este compromiso son:

Jesús de la Misericordia

Ángel María Boisdron

Santo Cura Brochero

Carlo Acutis

Catherina

San Alberto Magno

Sagrado Corazón

Universidad Fasta

Santo Tomás de Aquino
Cada uno de estos proyectos refleja la esencia de nuestra misión: formar personas que vivan la solidaridad cómo un modo de transformar el mundo.