La Red Educativa presentó a directivos y docentes dos nuevas publicaciones para Lengua. La colección Nemul, integrada por antologías de poesía hispanoamericana, ahora vendrá con guías didácticas y una nueva colección de cuadernillos de Lengua para nivel primario titulada “Hechos por la Palabra: textos y actividades para descubrir el mundo”. Los nuevos cuadernillos incluyen propuestas innovadoras de textos, actividades y proyectos para trabajar desde el asombro y la imaginación.
El poder de la palabra
En una sociedad que ha desdibujado las fronteras entre lo bello y lo que nos da más “likes”, entre lo verdadero y las “fake news”, padres, profesores y maestros nos vemos confrontados por una pregunta propia de épocas en las que lo urgente pareciera tragarse lo fundamental. Así como C. S. Lewis se preguntaba qué significado tenía mantener abiertas las universidades y seguir estudiando en tiempos de guerra, hoy se nos interpela con la pregunta: ¿Qué sentido tiene hacer hincapié en la enseñanza de la Lengua, si tenemos mil herramientas disponibles para corregir nuestra escritura de manera automática, o, peor aún, si a nadie le importa que hablemos con corrección y propiedad, porque las letras de los cantantes que son tendencia están plagadas de incorrecciones, y aún así son ricos y famosos? Y, yendo incluso más lejos: ¿Qué sentido tiene leer y escribir literatura, si los niños tienen muchísimas opciones más entretenidas para pasar el tiempo?
La realidad es que, como salta a la vista, las premisas están mal planteadas. Desde la Red Educativa Fasta, sabemos que se necesita volver a creer en el poder de la palabra. Porque la palabra con minúscula nos remite a la Palabra con mayúscula: esa Palabra que es nuestro origen y nuestro destino. El hombre es un ser que trae una naturaleza y una finalidad predeterminadas, y que, a la vez, está siempre haciéndose, en la concreción de su proyecto de vida. Sin este hermoso don de Dios que es el lenguaje, esa concreción resultaría imposible: el lenguaje nos permite expresar ideas, sensaciones, sentimientos y proyectos. Nos permite conectarnos con la realidad que nos rodea y transformarla, siguiendo el mandato divino.
Todo ello vuelve al lenguaje un medio eminente para que el hombre se constituya a sí mismo en persona. Al decir del poeta Pedro Salinas, “el hombre se posee en la medida en que posee su lengua”. Si logramos que nuestros hijos y alumnos sean capaces de poseer su lengua, con toda la belleza y el desafío que eso implica, estaremos dándoles herramientas para no dejarse llevar, para no dejarse (metafóricamente hablando) poseer por voluntades ajenas, programadas y comercializadas para arrasar con la autenticidad que brilla en el alma de cada uno. Ya lo dice nuestro poema épico nacional: Dios “le dio al hombre más tesoro / al darle una lengua que habla”.
En cuanto a la literatura, que se refleja cotidianamente en el goce de leer y de escribir, cabe reflexionar que no se trata sólo de ocupaciones para pasar el tiempo, sino de actividades que emanan de lo más propio del corazón humano. Desde pequeños, las palabras bellas de la literatura nos envuelven en una canción de cuna, nos obnubilan en un trabalenguas, nos mantienen en vilo en un cuento, nos permiten viajar en una novela, nos emocionan en poemas, nos conmueven sobre un escenario. Somos los adultos los responsables de no cortar ese luminoso hilo vital que asoma a los niños al interés por la lectura y al uso de la imaginación. Primero, por supuesto, con el ejemplo: ¡no dejemos de disfrutar de la lectura! Segundo, con la dedicación. Permitamos que nuestras voces sean vehículo de estas maravillas de la creación literaria, gracias a la cual nos hacemos, como diría Tolkien, subcreadores, es decir, creadores subsidiarios de la gran obra de Dios. ¡A los chicos hay que leerles, y hay que darles para leer! E, incluso cuando ya sepan leer, los especialistas recomiendan que sigamos leyéndoles en voz alta, para no abandonar este momento de disfrute de la palabra compartida.
Una propuesta en el área de Lengua para educar en el bien, la verdad y la belleza
En este espíritu, que es el espíritu del amor por la Palabra y de la fe en el poder de la palabra, presentamos a directivos y docentes el lunes 25 de noviembre los nuevos proyectos editoriales de la Red Educativa Fasta para Lengua. Por un lado, la revitalización de la colección Nemul (MDA, Ethel Junco de Calabrese), integrada por antologías de poesía hispanoamericana que proponemos a partir de 2025 para nivel inicial y primer grado de nivel primario, y que acompañaremos con guías de trabajo orientadas a explorar las posibilidades semánticas, fónicas y kinestésicas de la poesía. Y, por otro lado, el lanzamiento de la nueva colección de cuadernillos de Lengua para nivel primario titulada “Hechos por la Palabra: textos y actividades para descubrir el mundo”.
Esta colección de cuadernillos contó con la participación de docentes y directivos de distintas zonas del país para la creación de las secuencias didácticas, así como con la asesoría de las especialistas Elizabeth Apud (área de Lengua) y Carolina Hourcade (metodologías del aprendizaje efectivo). Bajo la coordinación general de Mariana Tapia en su rol de Coordinadora de FeCien (Dirección de Educación), la coordinación de la colección en manos de Marina di Marco y la coordinación de producción de la subgerente editorial de MDA, Silvina Travani, este equipo se orientó a la realización de un producto amable y atractivo para docentes y niños, que incluye propuestas innovadoras de textos, actividades y proyectos, y una identidad propia sustentada en el enfoque sobre la Lengua de Fasta y en la voluntad de guiar y acompañar a los niños partiendo de su capacidad de asombro e imaginación. Esta identidad se ve magistralmente reflejada desde lo visual en la colaboración de dos excelentes ilustradoras de la Ciudad Miliciana: Magdalena Arroyo (Fasta Tucumán) y Rocío Lloveras (Fasta San Juan).
¿Qué sentido tiene hacer hincapié en la enseñanza de la Lengua? ¿Qué sentido tiene leer y escribir literatura? Las colecciones Nemul y Hechos por la Palabra, nos recuerdan que sí tiene sentido. Tiene sentido porque es aquello que nos hace verdaderamente humanos. Porque, como se responde el mismo C. S. Lewis, “la vida humana siempre ha estado al borde del abismo, y la cultura ha florecido en todo momento (…). Nunca han faltado motivos razonables para dejar de lado toda actividad puramente cultural mientras se evita un peligro inminente o se corrige una injusticia grave. Sin embargo, desde hace mucho tiempo la humanidad ha preferido hacer caso omiso de esos motivos, deseosa de encontrar el conocimiento y la belleza”.
Esp. Elizabeth Apud
Lic. Marina di Marco