Hoy celebramos a Santa Ana y San Joaquín, los abuelos de Jesús. En esta fecha tan especial, la Iglesia nos invita también a mirar con ternura y gratitud a nuestras personas mayores, en el marco de la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores.

Bajo el lema propuesto por el Papa Francisco para este año jubilar, “Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza”, nuestros colegios han abierto sus puertas. Alumnos, maestros y familias se reunieron para vivir momentos inolvidables, celebrando a quienes son raíz y memoria de nuestro hogar.

Hemos sido testigos de encuentros llenos de aprendizaje, ternura, consejos y oración. Un sinfín de experiencias que nos recuerdan el valor incalculable de su presencia.

Santa Ana y San Joaquín nos muestran que la fe no tiene fecha de vencimiento, que el amor se hereda y que el tiempo nunca es un límite para dar fruto. Hoy, y siempre, que no falte nuestra oración y nuestro cariño por quienes han sido raíz, historia y sostén silencioso de tantas familias.