El miércoles 1 de febrero Su Santidad se reunió con representantes de algunas obras de caridad y educativas de Kinshasa. Entre las instituciones invitadas, Fasta fue convocada por la tarea apostólica que realiza en el continente africano desde hace 13 años, alcanzado el año pasado uno de sus hitos más importantes: la apertura del Colegio Padre Fosbery.

Del encuentro, que se realizó en la Nunciatura Apostólica de la capital congoleña, participó el Apoderado Legal, Daniel Medina; Cecilia Noriega, misionera de Fasta y maestra, junto a un grupo de alumnos congoleños que estudian en el colegio, quienes le regalaron una canción  al Santo Padre.

En sus palabras dirigidas al sucesor de Pedro, Cecilia le recordó la invitación que había hecho a nuestro Padre Fundador, Fray Aníbal E. Fosbery, de asumir la misión de evangelizar la cultura, la familia y la juventud de este país,  razón por la cual hoy Fasta se encuentra en el continente Africano. También contó la realidad que viven los niños allí a través del relato de la vida de tres de ellos, que a pesar de las adversidades, hoy encuentran en el colegio el espacio donde son acogidos, queridos y no solamente reciben contenidos académicos, sino también, se les ofrece una formación integral para que ellos sean actores de cambio,  crecimiento y desarrollo de Kinshasa.

Luego de disfrutar de las presentaciones, el Papa se refirió a los presentes y les agradeció especialmente por todo lo que hacen por este país. Además, en su discurso destacó el hecho de que Cecilia haya contado la historia de estos niños porque eso refleja su cariño hacia los pobres: “Gracias por esta mirada que sabe reconocer a Jesús en sus hermanos menores”.

Finalmente, Francisco invitó a través de dos preguntas a reflexionar a los presentes sobre la tarea de caridad que realizan. En primer lugar les planteó  “¿vale la pena?” y luego sobre la necesidad de hacer el bien los interpeló al preguntarles “¿cómo hacerlo?”. Para dar respuesta a estas dos preguntas les recordó tres puntos importantes: ejemplaridad, ya que sos reflejo de lo que hacés; la previsión, es decir, saber mirar hacia delante; y la conexión para estar en constante sinergia unos con otros.